domingo, 25 de enero de 2009

La mejor profesora de música de Holanda


¡A ver si les gustaría tener una así! ¡Que respondan los niños!

Es un poco una autocrítica al ensañamiento pedagógico de algunos padres y profesores... Pero no olviden que es sólo un chiste. El humor es sumamente importante en la educación y me parece valioso saber reirse de sí mismos, como lo hacen los holandeses Groen Brothers, en este y en otros videos.



sábado, 17 de enero de 2009

¿El niño es un accesorio? ¿Un adorno?


Queridos amigos, les recomiendo esta columna en Die Welt de ayer:

Das Kind als Accessoire?, de Wassilios E . Fthenakis o, en Wikipedia

¿No es increíble que tengan que venir... tengamos que venir algunos extranjeros o personas con background migratorio para explicar a los y a las alemanes/as un poco de principios de educación infantil?

Estoy de acuerdo casi en todo, pero hay que hacer una salvedad. La frase del profesor Fthenakis "Und sie befindet sich nicht nur in Einklang mit der katholischen Soziallehre..." puede dar la impresión de que la posición que sostiene Madame Brinck fuera un Gebot (un mandamiento) de la doctrina social de la iglesia (católica).

La verdad -aunque el tenor literal del profesor de origen griego dice sólo que "se encuentra en armonía", la posición contraria -por ej., la del profesor bávaro -que es también la mía- está igualmente en armonía con la doctrina de la igl. católica.

En otras palabras, se puede estar de acuerdo con la doctrina de la Iglesia católica y sostener tanto una como otra posición: tanto la de F. como la de Brinck. Lo que no se puede hacer -y lo hacen en demasía los católicos alemanes- es sostener que no es católico pensar como Fthnakis o como yo. Este es un intento -uno más- de dogmatizar en materias temporales.

O, como dice una amiga mía española residente en Alemania, imponer una opinión única en cosas pensables. Y con ello, preocuparse más de asuntos que, para la fe, son poco importantes, y dejar pasar las opiniones que verdaderamente no son compatibles con la fe católica -y cristiana- en otros temas.

En suma, podemos pensar o como Brinck o como Fthenakis -o como yo- pero no podemos imponer a nadie una opinión en este tema, menos aún haciéndolo pasar poco menos que como "verdad de fe". Es más, no podemos -me parece a mí- imponer a nadie una opinión en estos aspectos. Cada mujer -y cada hombre- es única y las circunstancias de cada personas lo son también.

Esto lo sabemos y comprendemos muy bien los católicos que venimos de otras latitudes... y muchas veces nos enfrentamos con el intento de imponernos -como único católico posible- el modo de pensar de los católicos alemanes -y muchos protestantes, no me extrañaría que Brinck lo fuera-.


jueves, 1 de enero de 2009

De los fines y de los límites


A mi modo de ver, con demasiada frecuencia se habla en Alemania de los limites que hay que poner a los niños (probablemente, otra consecuencia de la mentalidad kantiana). Yo diría que todos tenemos que ponernos límites. No sólo los niños.

Pero hacer de este poner límites o limitar la máxima premisa de la educación, como parece que algunos padres y otros educadores pretenden -al menos, es lo que se desprende de su discurso y eventualmente, de su actuación- no me parece correcto.

Me parece que la educación debe fijar a los hijos y educandos, más que límites, fines. Sí, creo que la educación debe ser teleológica y finalista, antes que limitante.