Parece una verdad de perogrullo y lo es; pero una que, en la práctica de lo cotidiano, olvidamos o dejamos de lado con demasiada facilidad: con frecuencia, nos quejamos de la agresividad (agro, en lenguaje juvenil alemán). Detengámonos un momento a pensar por qué algunos adultos de hoy (casi pueblos enteros) son agresivos.
¿No será porque sus padres y profesores los educaron así, con retos/regaños, con gritos, malas palabras, reprensiones e incluso, con violencia física? Esta no es educación, por mucho que nos encontremos con personas que insisten y defienden que así se educa. Y no conduce a nada bueno. Este comportamiento se "hereda". Rompamos de una vez el círculo vicioso de la violencia -física o verbal- en la educación. Para hacer así una sociedad mejor.
O retrato de Dorian Gray, filme e livro
Hace 1 año
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