viernes, 18 de noviembre de 2016

No, no estamos conformes



El otro día comentaba a un amigo que nuestro dog sharing es fantástico: siempre está feliz y conforme con lo que le dan y con lo que no le dan... agradecido de la vida, amable, siempre de buen humor. Conforme con la poca comida que le dan y contento de que lo saquen a pasear. Nunca exige nada y nunca quiere nada que no le puedan dar. Un Flat Coated Retriever de color castaño rojizo. El perro ideal :)

Mi joven amigo, que es un poco gruñón (como muchos adolescentes) me comentó "por eso los perros no progresan y el ser humano, sí". Y me explicó que el hombre -y la mujer- han progresado a lo largo de la historia precisamente porque nunca han estado conformes. La disconformidad es la fuente del progreso. Si nuestros antepasados hubieran estado conformes -como nuestro amigo canino- seguiríamos viviendo en las cavernas.

Tiene razón mi amigo. La disconformidad como motor del progreso. Del progreso humano, a nivel colectivo, como humanidad, Y, al mismo tiempo, como motor, como impulso para que cada persona individual, porque no está conforme, mejoree lla misma y haga mejorar a los demás. A los demás en su alrededor inmediato y también, a nivel mayor... colectivo. A la humanidad.

Sí, así es... Se puede aprender mucho de los niños :)


viernes, 30 de septiembre de 2016

Más nacimientos ;)


Queridos amig@s, l@s invito a mi columna de esta semana: Madre desnaturalizada, sobre las nuevas cifras sobre nacimientos en Alemania y algunas otras consideraciones mías, más bien personales, acerca del tema.


martes, 5 de enero de 2016

Estudio sobre intolerancia y falta de generosidad de ninos educados religiosamente


Hoy fue publicado un artículo de la Universidad de Chicago titulado Religious upbringing associated with less altruism, study finds Esto es, de acuerdo a ese estudio, la educación religiosa está asociada con menos altruismo.

Siempre pensé que la virtud de la magnanimidad, esto es de la generosidad y liberalidad, era una virtud propia del cristianismo y por lo tanto, que estaba en los genes de esta religión y en la educación que se daba a los ninos cristianos.

Después de todo lo que he visto este último tiempo, estos resultados no me extranan. Es más, lo que yo veo a mi alrededor es que, lamentablemente, demasiadas veces, no es así. Especialmente, en sectores cristianos conservadores alemanes (no necesitan ni siquiera ser ultra conservadores) observo más bien todo lo contrario a la magnanimidad, a la generosidad, a la liberalidad, al altruismo.

El estudio fue realizado entre 1170 ninos entre 5 y 12 anos, de países tan dispares como Canadá, los EEUU, Jordania, Turquía, China y Sudáfrica. De ellos, 40% eran musulmanes, 25% cristianos y 27% ateos. judíos, hindúes y budistas, 8%. Sólo el número suficiente de ninos cristianos y musulmanes permite que ellos sean parte del experimento.

De acuerdo al estudio, cuánto más religiosamente sea educado un nino, menos generoso es. En general, los ninos ateos, resultaron más generosos al compartir los stickers del experimento (dictator game). En suma, los ninos educados religiosamente, resultaron menos propensos a compartir con los demás que los niños de familias no religiosas.

Esto sólo puede darnos vergüenza a los creyentes, preguntarnos qué estamos haciendo mal y corregirlo. Porque estamos convencidos que nuestra educación religiosa ayuda a los ninos a compartir y a ser generosos. Pero parece que no es tan así.

De partida, lo que yo veo -no lo dice el estudio de Chicago- es que los ninos educados "cristianamente" en Alemania, generalmente, son más propensos a compartir con los ninos de su misma religión o de su mismo color de piel. Es lamentable que sea así; aquello que aprendí en mi país de acuerdo a lo cual "hay que hacer el bien, sin mirar y quién", no se cumple mucho; especialmente, lo veo aún menos en sectores cristiano-conservadores.

Otro resultado del estudio es que una educación religiosa se asocia con tendencia más punitiva en respuesta a un comportamiento antisocial. En otras palabras, ninos educados religiosamente, son más intolerantes.

Asimismo y de acuerdo al estudio, mientras mayores sean los ninos, aumenta su altruismo.

Estos resultados están en desacuerdo con la percepción de los padres religiosos, que son más propensos que los padres no religiosos, a creer que sus hijos tienen un alto grado de empatía y de sensibilidad hacia el sufrimiento de los demás. Parece que no es así. Algo estamos haciendo mal; hay que pensar en qué y corregir.

Por último, si no somos capaces de eduacar a nuestros hijos en la generosidad y en la tolerancia, estamos traicionando loa idelase cristianos, traicionamos a Cristo mismo.