viernes, 18 de noviembre de 2016

No, no estamos conformes



El otro día comentaba a un amigo que nuestro dog sharing es fantástico: siempre está feliz y conforme con lo que le dan y con lo que no le dan... agradecido de la vida, amable, siempre de buen humor. Conforme con la poca comida que le dan y contento de que lo saquen a pasear. Nunca exige nada y nunca quiere nada que no le puedan dar. Un Flat Coated Retriever de color castaño rojizo. El perro ideal :)

Mi joven amigo, que es un poco gruñón (como muchos adolescentes) me comentó "por eso los perros no progresan y el ser humano, sí". Y me explicó que el hombre -y la mujer- han progresado a lo largo de la historia precisamente porque nunca han estado conformes. La disconformidad es la fuente del progreso. Si nuestros antepasados hubieran estado conformes -como nuestro amigo canino- seguiríamos viviendo en las cavernas.

Tiene razón mi amigo. La disconformidad como motor del progreso. Del progreso humano, a nivel colectivo, como humanidad, Y, al mismo tiempo, como motor, como impulso para que cada persona individual, porque no está conforme, mejoree lla misma y haga mejorar a los demás. A los demás en su alrededor inmediato y también, a nivel mayor... colectivo. A la humanidad.

Sí, así es... Se puede aprender mucho de los niños :)


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