Estimados amigos: ya que estamos tratando -desde hace días- un tema difícil, y ya que hoy es domingo, pienso que podríamos hacer un alto y reflexionar acerca del buen humor con el que es tan necesario acompañar la educación.
Este chiste, me lo envió hace algunos días, mi amiga blogguer Tere (desde RE-CORTITOS), para que no nos tomemos todo tan en serio ;)
Me gustaría parecerme más a Barbie
Mi amiga Margaret iba conduciendo, mientras su hija de tres años, jugaba tranquilamente en la parte de atrás con su muñeca Barbie. Después de un rato, la niña dijo entre suspiros:
-Mami, me gustaría parecerme más a Barbie.
Su madre suspiró, pensando en cómo el concepto de la imagen corporal que crea la sociedad, puede afectar a una niña tan pequeña.
-¿Por qué, cariño?- le preguntó a su hija.
-Es que quisiera que mi cabeza pudiera dar toda la vuelta.
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