jueves, 25 de febrero de 2010

Padres frente a abusos sexuales


En estos días, hemos sido conmocionados por la noticia de abusos sexuales (tanto Missbrauch como "simple" Belästigung) en colegios top de Alemania, concretamente en los colegios de los jesuitas, el Canisius, en Berlín, AKO; en Bad Godesberg (cerquita mío) y en el internado St. Blasien (donde teóricamente se reúne la Crème de la Crème de Alemania).

En otra palabras, la upper class alemana -o quienes se creen parte de la misma- no se libró de lo que muchos consideran clasistamente, un mal del precariado. (Sobre el tema precariado, ver mi artículo del 2006, Del proletariado al precariado).

Me gustaría destacar las palabras del participante en un foro sobre el tema que no da su nombre, sólo sus iniciales. Prefiero no copiar el original alemán, ya que no tengo autorización para ello y no sabría como llegar a tenerla, si no sé quien es realmente el autor. Lo sabe la página, pero no me pidan que les pregunte...

La traducción:

He leído todos los comentarios (se refiere a los del foro, nota del blog) y lamentablemente, estoy tanto como convencido que, si los propios hijos (aquí se puede hablar al menos de dos) hubieran contado a sus papás que ellos habían sido víctimas, sus padres, probablemente no les habrían creído en lo más mínimo.

Exactamente esto ocurrió con algunos alumnos más valientes que habían sido humillados y dudaron que sus padres los comprendieran y pudieran recibir ayuda de ellos.

Si un internado cuesta un montón de dinero y, aparte de ello, pertenece a la "elite", la mayoría de los niños aparcados en él tienen que cerrar el hocico (die Klappe halten) y hacer el bachillerato (Abi). Esta mentalidad que no es rara (en el sentido de que no es escasa) destrozó (kaputt machen) espiritualmente a no pocos niños. Pero qué importa: tenían el bachillerato en el bolsillo.


Y Uds., ¿qué harían si su hijo u pupilo, si un sobrino o el hijo del vecino les contara de eventuales abusos sexuales por parte de profesores de su colegio?


3 comentarios:

Unknown dijo...

Hablar de esto en un país como México es algo bien delicado. Por desgracia nosotros no tenemos la impartición de justicia, ni la protección al infante que disfrutan otros paises.
Yo tengo dos pequeñas, y vivo con el alma en un hilo debido a esta situación. Por supuesto que mi primera intención sería denunciar al abusador. Sin embargo, entiendo perfectamente a aquellos que prefieren evitarle a sus hijos el bochornoso interrogatorio, el reconocimiento físico, el careo con el abusador y, por si fuera poco, la difusión amplia y sin contemplaciones de los medios de comunicación. Para un niño pequeño, las dos cosas pueden ser igual de duras: el abuso y la exposición pública.
Acá en México es bien dificil proteger de lo segundo a las víctimas, por eso yo prefiero no quitarles la vista de encima y platicar mucho con ellas.

Ludmila Hribar dijo...

Muy dificil tema. Por supuesto al igual que Tere mi primer paso seria denunciar, despues sacarlos del colegio y defender su privacidad a rajatable. Pero como? Defintivamente hay que estar en cada detalle, en cada palabra, atento a todo lo que digan los niños, a como se comportan. Tarea nada facil. Bueno y ademas naturalmente rezar por ellos y con ellos. Y mucho!

Marta Salazar dijo...

queridas amigas! sus comentarios me demuestran que es un tema acerca del que tendremos que seguir conversando,

en general, a los padres jesuitas con tendencia pedófila los sacaron y enviaron a otra ciudad, para empezar una nueva vida, sin embargo, volvieron a caer, en parte, porque nuevamente los pusieron a trabajar con ninos,

si serán tontos!!! cómo pueden!!! si saben que tienen esa debilidad!

a uno lo mandaron a México, donde siguió haciendo de las suyas!

y a otro, a Chile, donde colgó la sotana (si es que alguna vez la usó), se casó y tiene una hija de 12... yo pienso, pobre senora! pobre hija!

eso sí que, al tratar el tema, en este blog, me centraré en las posibilidades de los padres... para hacer frente a este terrible y doloroso problema.

Un abrazo a las dos y... Tere, platicar abiertamente con ellas es la mejor de las defensas! si hubiera un abuso, no dudes en denuciarlo!

Besos a las dos!